¿Alguna vez has pensado que el amor existe?
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ara ser honesta yo creía que el amor no existía y sólo era la necesidad de estar con alguien y compartir nuestras experiencias o que sólo pasaba en las películas. Esto creía antes de conocer a una persona con un corazón hermoso… Aún recuerdo el día en el nuestras miradas se unieron. A pesar de conocernos antes, ese fue el momento preciso en el que se encontraron realmente nuestras almas. En el momento que su boca electrizante llenara de vida a lo más profundo de mí ser. Que sus manos fuertes como el viento atravesaran la esencia de mi persona. En ese momento no existía el presente ni el futuro, el tiempo se quedo suspendido en la ternura de tu sonrisa.
El primer beso, la caricia que me hizo estremecerme entre tus brazos. Nuestra canción, los poemas, las llamadas sin fin, los mensajes que parecían cartas. Las mil y una estrellas que bajaste, el día que la fuerte lluvia nos empapará ocasionándonos un resfriado. La ocasión en la que caminamos hasta no poder avanzar. Cuando en lo alto de una montaña gritamos como locos: Te amo!
Te amo. Ése te amo que matizaba las más mínima partícula del cuerpo. Ese te amo que por su inseguridad y obediencia terminara con este fulgor en el pecho.
Esa tarde en la que se respiraba olor a muerte donde el cielo se vistió en tonos grises y no pude ver tu alma pura. La lagrima que trataba de limpiar el dolor que día a día consuma nuestro amor. Cada mirada perdida que mostraba la insatisfacción y la duda del camino que se recorría. Las palabras que cruzábamos y luchaban por no encontrarse. La esperanza que me mantenía viva.
Cuando comprendí que el amor verdadero existía me di a la lucha de conseguir el triunfo. Intente salvar la chispa que me permitía permanecer viva, crear el fuego en las cenizas. Abrir las alas y volar; volar en lo más alto, respirar la atracción. Renacer el brillo en sus ojos, volver el alma al cuerpo. Intente realizar esto una y otra vez pero fue vano mi trabajo. En tú ya no se respiraba la fragancia de la felicidad mutua.
Días y noches esperaba en vela con la ilusión que algún día regresarías. Cada día era un renacer, una batalla en cada recuerdo, llegaban a mi miles de momentos vividos. Aquellos que nos hacían correr y volar por el espacio.
Creí que mis lágrimas borrarían todo lo que habíamos compartido. Para mi gran sorpresa fue que el amor ya no estaba en ti. Se había marchado por la ventana y llevado de la mano de mi alma.
Al observarme en el espejo descubrí una pintura falsa de lo que algún día fui. Las lágrimas que mojaron mi rostro secaban mi alma, aferrándome a ti y a tu recuerdo. Creando miles de grietas en mí ser, en la carne viva de mis sueños.
Al paso del tiempo me di cuenta que efectivamente, que el amor existe. Estando o no con la persona que queremos, dejar el pasado a un lado y comenzar a amar y vivir el presente.
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