Nuestra querida escuela inundada!!!

sábado, 18 de diciembre de 2010

♥ Todo eso eres tú ♥

Tú que tanto anhelabas volar, que tanto deseabas probar las cosas más exquisitas y conocer los lugares más maravillosos. Tú que tenías un sinfín de planes y mil sueños por cumplir.
Hoy emprendes el más largo de los viajes, la aventura más grande y menos esperada.
Quizá no cumpliste el más grande de tus propósitos, pero espero que estés satisfecha, que cada momento y cada amanecer fuera la más grande experiencia, el mejor de los antojos y el más caro de los caprichos.
El berrinche más recordado y la historia mejor contada. La rutina más excitante, el poema más romántico, la mirada más tierna, la palabra más dulce y la caricia mas apasionada.
Tu vida como una buena taza de café que siempre sienta bien y deja un buen sabor de boca, como una palmada en la espalda o un soplo de alegría en un mal momento.
Tu vida un crepúsculo lleno de destellos, el mar inundado de estrellas o el cielo asediado por las nubes. Hoy que ya no estás quiero alcanzar el cielo y revivir cada destello, envolverme en cada nube y ver tu rostro plasmado en el infinito, quiero recoger cada estrella que flota y lanzarla al paraíso.
Hoy te vas y dejas tu esencia en cada rincón, cada brisa reclama tu ausencia, cada flor grita tu nombre, el sol pregunta por ti y mi corazón no dejara de extrañarte.
Te amo

Ingrata XD

No hay cosa más triste que ver a un hombre derrotado por una mujer. Hoy yo te vi partido en dos; con la hombría por los suelos llorar por mi. No podía creer que yo hice eso de ti; que yo doblegué sin siquiera querer hacerlo esa fortaleza que tú tanto presumías. Perdóname...esque no me alcanzó el amor para más. No sé si la culpa fue tuya o mía, pero eso no es lo más triste, sino que en realidad no me interesa, ahora sólo quiero vivir. 
Ya sé qué se siente ser esa ingrata de la cual tantas canciones hablan, pero la gente no sabe cuán incomprendida es esa ingrata, ni cuánto sufre su papel, ni tampoco por qué lo hace. Nosotras, las ingratas, ya fuimos víctimas alguna vez y simplemente hemos aprendido que debemos ir un paso adelante, que a la primera señal debemos correr. Y no es por miedo, es instinto de supervivencia. Tampoco es que no sepamos amar, al contrario, amamos más que nadie, más sinceramente, más de verdad. Por eso defendemos tanto el corazón, para no volver a llorar.